- Fecha: 2021-02-03
- País: Panama
Panamá reabrió las puertas de su comercio tras meses de restricciones a la vida social causadas por la pandemia del coronavirus. A través de un plan proyectado a seis semanas, el gobierno puso en marcha este lunes (01.02.2021) un cronograma que reactiva una parte del comercio minorista en tres de las diez provincias del país. Una noticia que ofrece un respiro transitorio a la economía panameña que, luego de Venezuela y Perú, fue la que más cayó en la región en 2020, de acuerdo con estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Durante el año de la pandemia, el PIB de ese país se contrajo 11%. Si bien las cifras de 2020 son lamentables, la propia CEPAL adelanta un rebote para Panamá en 2021. De acuerdo con su último informe de crecimiento regional, se estima que la actividad económica de ese país aumente 5,5% durante los próximos doce meses. El cálculo se basa en una potencial recuperación del mercado mundial, que influya positivamente en la reactivación de los flujos comerciales del Canal, responsable de 90% de las exportaciones del país. Efectivamente, el descalabro panameño durante el año pasado fue una consecuencia directa del desplome de las exportaciones de la Zona Libre Colón. Durante los primeros nueve meses de 2020, el valor de las exportaciones allí se redujo en un cuarto en comparación con el mismo período en 2019.
Restaurantes, entre la vida y la muerte
Si bien la noticia de la reapertura es celebrada por el Gobierno como prueba de que se está logrando contener la propagación de la enfermedad, también se toma con cautela. Luis Fernando Sucre, ministro de Salud de Panamá, aseguró que la decisión del Ejecutivo obedece a criterios epidemiológicos, y subrayó la importancia de que esta primera etapa sea exitosa, pues es un paso inicial hacia la reapertura de otros rubros de la economía nacional. El funcionario adelantó, por ejemplo, que se está "evaluando” la posibilidad de reabrir también los restaurantes antes del 15 de febrero, fecha inicialmente prevista para ello.
Esa decisión resulta clave para la supervivencia del comercio en Panamá. Hablar de "supervivencia” es justo cuando miramos las cifras. De acuerdo con estadísticas de la Asociación de Restaurantes y Afines de ese país, desde el inicio de la pandemia han cerrado unos dos mil restaurantes a nivel nacional. Actualmente, unos cinco establecimientos se declaran en bancarrota cada día. Una tendencia que podría agravarse, pues si no se permite la reapertura del sector en las próximas dos semanas, el gremio estima que entre mil y mil quinientos locales más irán a la quiebra.
"O abrimos, o morimos”, asegura Domingo de Obaldía, presidente de la Asociación de Restaurantes y Afines. Esta coyuntura ha sido causada no solo por los estragos de la pandemia, sino por el abandono de las autoridades, afirma. "No hay ningún apoyo al sector privado. No nos están condonando los impuestos ni extendiendo los acuerdos de pago, no podemos conseguir financiamiento y, encima, no nos dejan operar, ni siquiera implementando todas las medidas que han exigido. Todo lo que han pedido lo hemos cumplido. ¿Qué más quieren?”, reclama. El cierre de los restaurantes afecta a unos cuarenta mil empleos directos, y trescientos mil indirectos, según números del gremio. Pero esto es solo la punta del iceberg. Turismo, construcción, negocios: los principales atractivos de Panamá viven un momento dramático.
Alivio transitorio
En cualquier caso, el inicio de este plan de reapertura es un alivio para el país. Esto se suma a los progresos registrados en cuanto a la contención del COVID-19. Actualmente se reportan casi 2.500 pacientes hospitalizados, 247 de ellos en terapia intensiva. La letalidad a causa de la enfermedad en Panamá es de 1,6%, una de las más bajas en América Latina.
Son números que, después de un difícil 2020, ofrecen esperanza. Pero es una esperanza débil, sobre todo cuando surgen en la región nuevos confinamientos. Perú, Colombia, Chile, Venezuela: gran parte del continente vuelve a imponer restricciones, cuarentenas, toques de queda, y el fantasma de un nuevo cierre total se cierne otra vez sobre algunas economías. Si eso ocurriera, las consecuencias serían nefastas, y abrirían fosos de pobreza y brechas de desigualdad difícilmente reparables en el mediano plazo.
Son números que, después de un difícil 2020, ofrecen esperanza. Pero es una esperanza débil, sobre todo cuando surgen en la región nuevos confinamientos. Perú, Colombia, Chile, Venezuela: gran parte del continente vuelve a imponer restricciones, cuarentenas, toques de queda, y el fantasma de un nuevo cierre total se cierne otra vez sobre algunas economías. Si eso ocurriera, las consecuencias serían nefastas, y abrirían fosos de pobreza y brechas de desigualdad difícilmente reparables en el mediano plazo.
Fuente:www.dw.com/es/reapertura-en-panamá-esperanza-para-una-economía-devastada-por-la-pandemia/a-56424469